Año y medio sin entradas

No sé cómo ha pasado tanto tiempo ya desde la última vez que publiqué algo aquí. En las últimas vacaciones en Cádiz estuve a nada de publicar una, pero es cierto que acabé haciendo mil cosas sin parar ni una vez y claro, lo fui dejando y al final pues nada. Se me ocurrió que podía hacer un par de guías (o, más bien, “memorias”) de cómo arreglar un iPod Classic, algunas curiosidades geológicas y algún tema más personal, pero el disfrutar con la familia y la pareja se impusieron, con buen criterio a mi parecer. Hay mucho en el tintero, y más habiendo pasado este tiempo, y acabará llegando al blog.

Ahora escribo esto un viernes por la noche, sin muchas ganas de irme a dormir aún, pensando ya en la partida que voy a echar al Age of Empires IV, porque es lo que necesito estos días: desconectar. Se avecinan cambios muy intensos, y ahora mismo uno siente que está de alguna forma aproximándose al ojo del huracán, y que luego vendrán tormentas y rayos e inundaciones. Se me juntarán mudanzas, exámenes e incertidumbres; todo está bien. Hay algo importante que tengo, y es mi propia determinación y el apoyo de los míos. Todo saldrá adelante de alguna forma. Ya se encargó mi yo del pasado en una entrada anterior de recordárselo al Nacho del presente, sin saberlo.